Seguramente os habrá llamado la atención que en la pared exterior de piedra del salón figura con azulejos el nombre de “BODEGA”. Ello es debido a que antiguamente era el edificio que albergaba la bodega de la finca, bodega tradicional donde se pisaba la uva para después pasar al prensado y finalmente almacenar el caldo en barricas para su fermentación. Todos los elementos, utensilios e instrumentos que conformaban la antigua bodega están hoy expuestos en La Almazara de la finca para deleite de los visitantes.
Pero pasemos de nuevo al salón principal de la finca. Si observáis el techo al entrar podréis ver el antiguo techo de la bodega, el cual es mucho más antiguo, de vigas de madera y cañizo. Éste se distingue perfectamente del nuevo techo realizado para acometer la ampliación al convertir la bodega en salón. También de madera y cañizo, pero mucho más abierto y sin pilares para dar mayor amplitud y espacio al salón.
Volvamos de nuevo a la entrada del salón y veremos dos puertas diferentes, a mano izquierda encontramos una puerta de cristal para acceso y salida fácil de los invitados. Y enfrente hay otra puerta muy antigua de cuatro hojas con cristales, la cual puede abrirse en ocasiones especiales o bien servirá para entrar objetos de gran tamaño al salón. Ésta es sin duda uno de los elementos más decorativos del salón.
Al entrar al salón lo primero que capta la vista son las dos grandes fotos retroiluminadas de ejemplares emblemáticos criados en nuestra yeguada de caballos de Pura Raza Española. Ellas son, a la derecha “Cantina” yegua de capa negra, de porte espectacular, madre reproductora en nuestra yeguada durante muchos años. Y a la izquierda se encuentra “Llevadera” otra yegua de capa torda, simplemente impresionante, de proporciones perfectas, que también fue madre reproductora en la yeguada.
Si avanzamos hacia el fondo del salón a mano izquierda encontramos otro elemento decorativo de gran impacto visual. Se trata de un gran mosaico en blanco perforado, con fondo oro y retroiluminado. Quizás lo que los interioristas llaman la antítesis decorativa, es decir un elemento que contrasta con el ambiente en el que se integra. Éste sin duda rompe la monotonía y le da un toque moderno al salón.
Aunque el elemento más impactante del salón, en opinión de todos, sea la gran cristalera del fondo. Es la unión con el campo y la naturaleza, lo que hace que nuestro salón tenga una dimensión más y nos distinga de otros lugares. ¿Os imagináis comiendo y viendo nuestros equinos pastando por el campo? No hace falta imaginarlo, hay que vivirlo.
Y por último, y para no extenderme más, os recomiendo visitar los baños. Fijaros en los techos, y por supuesto, en la zona de los lavabos, dónde hemos utilizados lebrijos (llibrells en valencià) en honor a la tradición alfarera de nuestro pueblo, ORBA.
¿Os apetece venir a visitar nuestro salón?…